...Y hubo un tiempo en que los humanoides fueron parando lentamente sus ritmos y las estructuras fueron aplacando sus ruidos, el Ser tomó más... Mostar más

...Y hubo un tiempo en que los humanoides fueron parando lentamente sus ritmos y las estructuras fueron aplacando sus ruidos, el Ser tomó más importancia que el hacer, apareció el silencio y pudo escuchar su corazón y sintió que estaba en sintonía con las aves, el viento, la tierra... <br />Y aparecieron los miedos que estaban escondidos en las profundas sombras y no le quedo otra que aquietarse, mirarse y hacer aquello que había estado esperando el día adecuado para hacerlo... <br />Y volvió a mirar a sus seres queridos y reconoció la distancia que se ha ido gestando, pero vio la oportunidad para acercarse y reinventarse... <br />Y sintió que era una movida planetaria, donde el cuidado del otr@ en solidaridad era lo más importante y valoró el estar cerca como comunidad en intención y acción para ayudar... <br />Y pudo sentir que si le regalaban este momento para parar, conectar, meditar, enraizar, danzar, leer, repensar, rerecrear... era la mejor manera para salir con un nuevo aire al mundo en ofrendas de paz... <br />Y escucho el llamado... para volver a entretejernos como humanidad con  acciones responsables con la pachamama, con todos los seres y con si mism@s, manteniendo vibraciones de amor, compasión y solidaridad.<br /><br />“Todo está en orden” <br />Mucho amorcito y cuidado en bendición para tod@s!!<br /><br />Texto: Margarita Bravo<br />Imagen: Lobsang Melendez Ahuanari “Tejer la vida con hilos de corazón”